Desde productos farmacéuticos hasta alimentos frescos, mantener la temperatura adecuada a lo largo de toda la cadena es crucial para preservar la integridad y la eficacia de los productos. Sin embargo, dentro de esta cadena, existen puntos críticos donde el riesgo de fallo es mayor y donde se deben prestar especial atención y recursos para evitar problemas.

Si nos centramos en la alimentación, podemos ver que la cadena juega un papel clave en cuanto a su conservación. Y es que según el Informe sobre el índice de desperdicio de alimentos 2021 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y WRAP, se estima que, tan sólo en Estados Unidos, cada persona desperdicia alrededor de 59 kg de alimentos al año, lo que equivale a un total de 19.359.951 toneladas anuales.

Esta cifra subraya la urgente necesidad de encontrar soluciones efectivas para abordar este problema, entre las que reluce una buena gestión de las cadenas de frío. Pero para ello resulta esencial plantearse cuáles son los puntos críticos de esta área, y qué soluciones existen para abordarlos.

1. Almacenamiento en frío

El primer punto crítico se encuentra en las instalaciones de almacenamiento refrigerado. Estas zonas son el primer eslabón en la cadena de frío, lo que las hace las responsables de mantener la temperatura adecuada para los productos almacenados. Aquí, varios factores pueden influir en la eficacia de la refrigeración, como la capacidad de los sistemas de refrigeración, la correcta distribución del aire frío, la estanqueidad de las puertas y la vigilancia constante de la temperatura.

Para ello, resulta esencial apostar por el uso de tecnologías e implementar sistemas de monitoreo continuo que alerten sobre cualquier desviación de la temperatura deseada y tener protocolos establecidos para abordar rápidamente cualquier problema que surja.

Tecnologías de monitorización y control

La tecnología desempeña un papel crucial en la gestión del almacenamiento en frío. Es por ello que los sistemas de monitoreo remoto ganan un papel protagonista en esta área, pues permiten supervisar la temperatura y las condiciones ambientales en tiempo real, incluso desde dispositivos móviles, lo que facilita una respuesta rápida ante cualquier anomalía. Además, la automatización de los sistemas de control de temperatura puede ayudar a mantener condiciones estables y prevenir fluctuaciones no deseadas.

2. Transporte

El segundo punto crítico se encuentra durante el transporte de los productos perecederos. Durante el tránsito desde el almacén hasta el destino final, los productos deben permanecer a la temperatura adecuada para evitar cualquier cambio o modificación en sus propiedades. Los vehículos refrigerados son así esenciales en este proceso, aunque también puedan resultar vulnerables ante fallos mecánicos o errores humanos, como la carga y descarga inadecuadas o los retrasos en el transporte, que también pueden comprometer la integridad de los productos.

Rutas eficientes

Planificar rutas eficientes y evitar tiempos de espera innecesarios es fundamental para mantener la integridad de la cadena de frío durante el transporte. La planificación anticipada, el seguimiento en tiempo real y la coordinación entre todas las partes involucradas son clave para minimizar los riesgos. Además, contar con vehículos equipados con sistemas de monitorización de temperatura y el mantener una comunicación fluida con los conductores puede ayudar a detectar y resolver problemas de manera anticipada.

3. Transferencia de mercancías

El tercer punto crítico se encuentra en los puntos de transferencia, donde los productos cambian de un medio de transporte a otro o se almacenan temporalmente antes de continuar su viaje. Estos lugares pueden ser muchos y muy diversos, como muelles de carga, almacenes intermedios o centros de distribución. Aquí, la manipulación inadecuada o la exposición a temperaturas no controladas pueden comprometer la calidad y seguridad de los productos.

Capacitación del personal

La capacitación del personal que manipula productos perecederos en puntos de transferencia resulta así esencial para garantizar que se sigan las mejores prácticas en cuanto a manipulación y almacenamiento. El personal debe estar bien informado sobre la importancia de mantener la cadena de frío, así como capacitado en el uso adecuado de equipos de refrigeración y en la identificación y respuesta ante cualquier posible problema.